El arte nuevo de hacer libros: el libro como soporte

Así comienza la recopilación de ensayos de Ulises Carrión, en El arte Nuevo de Hacer Libros. Una noción un poco confusa, cuando se piensa que grandes autores y artistas siempre intentan describir a los libros de una manera híper-expresiva, llena de nociones románticas y figurativas. En realidad, con mayor atención, esta serie de ensayos pareciera un mapeo exploratorio por dos conceptualizaciones: una vieja y una nueva manera de leer y hacer libros.

«Un libro puede existir también como una forma autónoma y autosuficiente en sí misma, incluyendo acaso un texto que se acentúa, que se integra, a esa forma: aquí empieza el arte nuevo de hacer libros». (Carrión, pg. 39)

En este imaginario, existe una clara transición sobre dos periodos donde la tarea de la escritura pasa a ser de una mera plataforma secuencial, un soporte de palabras, a una donde el autor toma un papel activo en apropiarse del mismo; tiene una intencionalidad premeditada, agenciada. El autor lo describe: «Hacer un libro es actualizar su ideal secuencia espacio-temporal por medio de la creación de una secuencia paralela de signos, lingüísticos o no». (Carrión, pg. 39)

PROSA Y POESÍA/EL ESPACIO/EL LENGUAJE

El autor comienza estos apartados con la intención de seguir puntualizando en las diferencias sobre estas dos etapas (vieja y nueva), en este caso, utilizando la prosa y poesía para aclarar estas distinciones. Principalmente, el autor habla sobre la intencionalidad. En el arte viejo de hacer libros, las palabras siguen un orden secuencial, uno que sólo podría utilizarse como una serie de códigos de comunicación, que pretenden hacer sentido de frases y páginas compaginadas, sin embargo, en el arte nuevo, «cada página es creada con un elemento individual de una estructura (el libro), en la que tiene una función especial a cumplir». (Carrión, pg. 40) lo cual nos habla de que el arte nuevo considera a toda la estructura textual o de otra forma, para crear el libro.

Y así el autor continúa enlistando y describiendo diferencias claves de dos etapas o intencionalidades. Para fines de este blog, me gustaría concentrarme únicamente en lo que puntualiza con diferencias en apropiación e intención.

¿Qué es más significativo: el libro o el texto que lo contiene? El autor se pregunta en torno al espacio, no porque tenga una respuesta clara, sino porque sabe que en el caso del espacio, éste se sobrepone a la intencionalidad de alguna manera. Sin importar cómo se estructure o se use, el espacio influye en la mirada subjetiva e intersubjetiva del lector.

En torno al lenguaje…según el autor, transmite «ideas o imágenes mentales». Al contrario de los apartados anteriores, el arte nuevo no considera al lenguaje «intencionado» como característica del mismo, de hecho ese lenguaje derecho y transparente pertenecería a la forma vieja. Es el lenguaje que sí, parte de una intención y de un código intersubjetivo compartido, toma «otras formas» que se alejan del autor. Es una discusión similar a aquella de la autoría y la intertextualidad, aquella noción de que todo se transforma a partir de iteraciones de ideas o conceptos anteriores al mismo. Para el autor, las palabras no son en su totalidad el mensaje, sino portadoras de ideas más amplias y complejas que esperan ser apropiadas por el lector.

EL ARTE NUEVO Y EL VIEJO: APROPIACIÓN

Me parece de entrada curioso cómo el autor escoge una estructura poco convencional para enfatizar sus ideas sobre la escritura. Como lectores, es desafiante encontrarnos con estructuras que no sean la prosa. Presentan un desafío en el lenguaje y es precisamente que creo, existe esta decisión estructural y estética para personificarlo.

Me gustaría retomar que desde el inicio de mi experiencia escribiendo, pensaba en mis textos como mapeos de mi mente. Nadie necesitaba reconocer o entender completamente de qué iban o qué significaban. Claro, el lenguaje se entiende, se lee con convenciones y estructuras, pero, el significado no era suyo para entender. Esos textos eran míos y de todos, porque para mí, el que otro lo leyera significaba una interpretación única, donde con fortuna, el lector apropiaría las palabras como eso, propias. Me imagino así el objetivo de este texto. Una iteración de dos momentos, una donde existe claridad sobre la ideas y la segunda, (la nueva forma de hacer libros) aquella de apropiación tanto de parte del autor como del lector. Claro, el libro es muy claro es establecer ideas, así que no está abierto a interpretación que para el autor existen convenciones lineas que diferencian a estas dos etapas, sin embargo, me parece que sí se retoman estas características -de agencia y apropiación- como clave para entender otras formas de comunicar, hacer y deshacer.

CASO DE ESTUDIO

Claro, un ejemplo clave de la reimaginación de la escritura tiene que ser el boom latinoamericano y qué mejor que uno de sus expositores más famosos para ejemplicarlo: Julio Cortázar y Rayuela.

Rayuela, 1963

Aquél que alguna vez haya escuchado la palabra «Rayuela», la ha escuchado acompañada de innumerables preguntas, recomendaciones y experiencias diversas: ¿cómo se lee Rayuela?

El libro lanzado en febrero de 1963, supone una novela que antepone las subjetividades del lector. La propuesta es que Rayuela puede leerse de diferentes maneras: una convencional, una propuesta y otras tantas de decisiones arbitrarias e individuales del lector.

Elige un libro: ¿En qué orden leer Rayuela? 3 formas correctas de lectura
¿En qué orden leer Rayuela? Propuestas del libro

Entre tantas opciones, el punto de cada una de ellas es enfatizar la posibilidad de apropiación del lector. Claro, Cortázar tenía previsto estas formas y son decisiones intencionales, pero la obra se establece como una exploración de significados para el lector. Que esta sea una decisión intencional sólo reforzaría los argumentos de Carrión sobre la exploración estructural del lenguaje escrito.

تويتر \ J.J. Muñoz-Rengel على تويتر: "Cómo leer 𝑅𝑎𝑦𝑢𝑒𝑙𝑎. [Ampliar  aquí: https://t.co/TwAeb3uFra] https://t.co/xyPymXcLBQ"
¿Por qué Rayuela es una obra diferente? Twitter, 2021

Cualquiera sea la elección del lector, lo que es cierto es que Rayuela surge como un ejemplo personificado de nuevas maneras de concebir la escritura; una que no sólo se guía por estructuras y conceptualizaciones lineales, sino que buscar transformarse dentro de sí misma. Representa las posibilidades del lenguaje para no sólo estructurarse, sino entenderse.

Es especialmente importante hablar de la importancia de los usos y apropiaciones de la escritura justamente porque en la era digital y en las discusiones sociales contemporáneas, existen múltiples maneras de concebir la textualidad y el lenguaje. Ahora se trata de identificar que el lenguaje es apropiado y evoluciona de acuerdo a las necesidades contextuales de su época. Es decir, nos reprochamos la validez del texto y el lenguaje cuando se trata de situaciones específicas (como el lenguaje inclusivo) y no reflexionamos sobre cómo precisamente el lenguaje existe de acuerdo a nosotros y el uso que hacemos de él, no de otra manera.

BLOGS DE CLASE

Me fascina el blog de Ana Pau Claro en torno a este tema. Sé que necesitamos conectar con entradas pasadas, pero singularmente para esta semana, me gustaría retomar su apropiación sobre Carrión. Ella logra enfatizar sobre estas dos etapas propuestas a través del texto «El dinosaurios» de Augusto Monterroso, el cual antes de leer su entrada, quería utilizar como estudio de caso. Me parece un excelente ejemplo como un recurso de apropiación y en discusión a cerca de autoría. Claro, el cuento más pequeño del mundo resulta ser una idea y sobre la imaginación del lector, el cuento gana co-autorías infinitas: cada quien es responsable del imaginario que nace a partir de esta, pero no habría podido ser sin ella. Es una propuesta magnífica para enfatizar sobre los procesos de apropiación a a partir de la propuesta del arte «nuevo» de hacer libros de Carrión.

REFERENCIAS

https://es.scribd.com/doc/212932737/El-Arte-Nuevo-de-Hacer-Libros

https://anapaulaclarocobos.wordpress.com

Publicado por Montserrat Espinosa

Estudiante de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Amante del cine, la moda y la fotografía.

3 comentarios sobre “El arte nuevo de hacer libros: el libro como soporte

  1. Es interesante que traigas a esta discusión a Cortázar, porque él precisamente estuvo muy preocupado por construir historias que rompieran con las limitaciones del libro tradicional. ¿Crees que Ulises Carrión consideraría Rayuela como un ejemplo de «arte nuevo de hacer libros»? ¿Por qué?

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  2. Hola Montse, ¿cómo estas?. ¡Tu entrada de blog es maravillosa! Destaco tu comentario sobre la forma en la que esta hecho el libro, es decir, su estructura que no es prosa. Personalmente debo confesar que aunque el diseño del libro es lindo, me fue complicado adaptarme a él a pesar de que el lenguaje que usa es relativamente sencillo. Para hacer la lectura tuve que recurrir a dos recursos: 1) el libro con el diseño en no prosa y 2) el libro en versión prosa.
    Estamos tan acostumbrados a leer en prosa, que cualquier otro forma nos mueve el tapete. No hablas mucho de tu experiencia a leer un libro del arte nuevo, ¿Como te fue? como te digo, la verdad para mi fue difícil pero me resulta sumamente interesante enfrentarme a esta revolución de la lectura tradicional.

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  3. Mon, excelente ejemplo el de Rayuela para hablar del espacio y del como se puede estructurar un texto, como lo es una novela. Sinceramente no he tenido la oportunidad de leer esta obra, pero cada vez me dan más ganas de intentarlo, sobre todo por lo que hemos aprendido en clase. Sería interesante analizarlo desde ahí.

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